jueves, 8 de julio de 2010

Tachangoso

(Adjetivo. De la expresión inglesa touch and go = "toco y me voy")

Dícese de quien mantiene relaciones fugaces y poco comprometidas. 

Se asocia al tachangoso específicamente con su actitud para con las relaciones amorosas. Sin embargo, la falta de compromiso puede extenderse a todos los ámbitos de su vida. El tachangoso se relaciona con su trabajo, sus acciones cotidianas y sus deseos de manera superficial y jamás supone (ni desea) que sus proyectos son duraderos. Un tachangoso estudia guitarra durante una semana; lee un libro de Sartre, mira (una o dos veces) un programa de televisión que le recomiendan; asiste a una sola reunión del partido político al cual -una vez- mostró adhesión, participa (escasamente) de una obra de bien o asiste a una sola clase de yoga. En todos estos casos, su breve participación es en carácter de espectador, sin asumir compromisos (o asumiendo vagas obligaciones fáciles de eludir) y esquivando, en la medida de lo posible, cualquier contacto que lo ate a la situación que acaba de abandonar.
Es normal que las personas se comporten como tachangosas en algunos aspectos y que, en otros, asuman compromisos más serios, acordes con sus deseos. Sin embargo, el término se aplica a quien de manera sistemática evade compromisos, y no al que elige selectivamente qué compromisos asumir.
Conviene destacar que un tachangoso no es necesariamente un inconstante. El inconstante es intermitente; su relación con el compromiso es indecisa y, de vez en cuando, lo asume hasta las últimas consecuencias para luego defraudar a quienes esperan algo de él. El tachangoso, en cambio, en ningún momento asume ese compromiso y por eso en cierto modo es más noble: no finge intereses ni se propone metas que le exijan una responsabilidad que no está íntimamente dispuesto a tomar.

1 comentario:

José Pepe Parrot dijo...

La mutabilidad de un tachangoso es inmutable. Como dice el Cuarteto de Nos, "...vos siempre cambiando, no cambiás más..."