martes, 28 de diciembre de 2010

Alogapania

(Del griego a = negación; logízomai = calcular y dapáne = gasto)

Imposibilidad de prever cuánto se gastará en una determinada situación. 

Si nos quedan mil pesos en la billetera y faltan todavía diez días para cobrar el sueldo, puede que razonemos: "Con mil pesos, a razón de cien pesos por día, tengo que llegar holgadamente" . Sin embargo, los gastos se multiplican: medicamentos que no habíamos contabilizado, la cuenta de la luz, un pantalón de gimnasia para nuestro hijo, el regalo de cumpleaños de una sobrina. Dos días después, esos mil pesos se transformaron en trescientos: hemos sufrido alogapania; el cálculo inicial se ha visto desbaratado, y ya sólo nos queda rezar para que la minúscula suma no se vea nuevamente obliterada por algún otro gasto imprevisible.

La alogapania nos asalta también cuando comemos en un restaurante. En este caso, podemos prever con cierta vaguedad cuánto pagaremos, aunque no resulta fácil calcular todas las variables. He aquí las dudas que pueden asaltarnos mientras nuestra familia pide comida en un restaurante:
  • ¿Cuánto cobran por cubierto? 
  • Un niño menor de tres años, ¿paga igual que un adulto? 
  • ¿Cuánto costará la media porción de puré? 
  • El champagne, ¿es cortesía de la casa, o me lo cobran?
  • La salsa de los ravioles, ¿estaba incluida en la promoción, o yo pedí una que se paga aparte?
Estas variables no nos permiten ir llevando una cuenta uniforme y bien clara acerca de cuánto estamos gastando: mientras padecemos esa incertidumbre, estamos sufriendo alogapania.

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