martes, 10 de septiembre de 2013

Complínsolo

(Adjetivo. Del latín complicare = enrollar e insolens = excéntrico, extravagante)

Dícese de la persona que tiene problemas rarísimos. 

Nunca podemos contar con el tío Alberto, porque se le duermen las piernas cuando atiende el teléfono y sus gatos aúllan desesperados cada vez que sale de su casa, y de hecho algunos han llegado al suicidio. A Juan Carlos le pedimos que nos salga de garantía, pero él no puede, porque tuvo un entredicho de propiedad con el rey de Inglaterra y ahora cada vez que sale de garante le llega una citación real desde Gran Bretaña para justificar su patrimonio. Roberto no se queja nunca, pero cuando le preguntamos cómo está, nos cuenta la insólita historia del orificio anal que se le cierra y cada tanto debe operárselo. A la doctora Martina le comunicaron que jamás había aprobado tercer grado, así que ahora está en un feroz enredo burocrático para validar sus títulos y sus estudios. Si a todas estas personas le ocurren cosas extrañas muy seguido, diremos que son complínsolas: parecen condenadas a que el mundo conspire jocosamente contra ellas. A veces la sucesión de problemas inverosímiles es difícil de explicar si no se cuenta la historia con detalle. A veces, claro, el complínsolo es un mentiroso, un empoquetador cuyas mentiras mal urdidas generan más sospechas que compasión. 

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